13 agosto 2005

Aquí les dejo una palabra que compartir con ustedes...


Juan Carlos García Posted by Picasa

DIOS QUIERE HABLARTE
¿Me estás escuchando?

Lucas 8:4-15

Como cristianos seguido oímos que Dios le habla a su pueblo. Muchas veces vemos en la Biblia la frase: “Así dice el Señor...” “Dios dijo...”

Tenemos la idea de que Dios le habla a la gente. Dios quiere tener una relación contigo. Quiere tener una relación personal contigo.

No puede haber relación sin comunicación. Dios quiere hablarnos. El problema es la comunicación mal entendida.

Por ejemplo:
Sabemos del teléfono descompuesto. Tenemos ejemplos de gente que quiere decir una cosa; pero cuando revisamos cómo llega esta información a los demás vemos errores de entendimiento y comunicación muy graves.

En México, la General Motors descubrió que tenía un modelo de auto con el nombre equivocado. Era un modelo que se llamaba NOVA; pero se dieron cuenta que en México, decir NOVA era decir NO VA. Un nombre que afectaba a la integridad del auto y al deseo de la compañía.

Lo que queremos resaltar es que la comunicación es muy importante entre los seres humanos, para cualquier tipo de relación.

Te darás cuenta que luego tu esposa te dice en momentos que no le escuchas o que no le entiendes. Si tenemos dificultad en comunicarnos con nuestras esposas a quienes amamos y con quien pasamos mucho tiempo juntos y que le conocemos casi todo de ellas ¿Cómo pensamos que no tenemos problemas de comunicación con Dios? Lo cierto es que hay problemas en la comunicación con Dios.


Es muy aventurado decir “Dios me dijo”. En el sentido de que Dios habla audiblemente. Más de una vez he escuchado decir: “Dios me dijo” y lo que dicen que dijo Dios o no se cumple o no es cierto.

A veces me siento tan en la oscuridad por no escuchar la voz de Dios.

Ahora, hay ocasiones en las que Dios me habla y no tengo duda de ello. Dios me está hablando, me está diciendo, me está mostrando su voluntad. Así, como cuando tenemos un faz o un e-mail con noticias de una persona que quiere comunicarse con nosotros. Es como cuando me comunico con mi esposa por teléfono, no la veo, ni sé dónde está; pero escucho claramente lo que eme está diciendo. —Conozco su voz.

Hay momentos en nuestra vida cristiana en donde Dios nos está hablando. Pone una idea muy clara en nuestra mente. Sé que este pensamiento viene de Dios. Sé que él está diciéndome algo.

Lo que quiero es que hoy empecemos una nueva serie que se llama ¿Me estás escuchando?

No hay nada tan importante como que tú entiendas que Dios quiere hablarte y que tú puedes escucharle y ponerte e tono con Él.

Lucas 8:8 NVI
(8) Pero otra parte cayó en buen terreno; así que brotó y produjo una cosecha del ciento por uno." Dicho esto, exclamó: "El que tenga oídos para oír, que oiga."

De lo que se trata es que debes estar a tono para estar en comunicación con Dios, para dejar que Dios te hable.

Tomar un teléfono celular. (Nextel?)

Algunos teléfonos tienen diferentes canales. Los teléfonos inalámbricos (98 Mhz, 2.4 Ghz) trabajan con base en frecuencias; pero si te sales de frecuencia no podrás escuchar claramente, habrá distorsión, igual nos sucede con los teléfonos celulares. La distorsión es provocada por un fenómeno de estática y ruido, por lo que tienes que cambiar de canal o de posición para sintonizar mejor la comunicación hasta que se oiga claro.

Muchas veces, Dios te está hablando; pero no parece claro porque tú no estás en el canal adecuado. Porque no estás sintonizado en la manera correcta.

En este mismo momento Dios te está hablando. Tú no lo ves; pero Él realmente está aquí. Tal vez tu recepción está en gis.

Si te puedes sintonizar con Dios, Él podrá dirigirte y guiarte. Dios podrá ayudarte a cometer menos errores, podrá consolarte cuando necesites consuelo, te guiará...

Aquí en Lucas 8 Jesús está tratando con la actitud de la gente. Jesús trata con la mentalidad, la forma de pensar de la gente.

Hay cuatro tipo de actitudes que determinarán si escuchas claramente el mensaje de Dios o no.

Así que Jesús empieza a dar una historia.
La parábola del sembrador.
Un sembrador salió a sembrar, al esparcir la semilla, ésta cayó en diferentes tipos de terreno. Lo que nos da una idea de que los sembradores en esta región esparcían las semillas en el terreno sin escarbar para luego meter la semilla. Esa forma de sembrar provocaba que algunas semillas se perdieran, dependiendo del terreno donde cayeran.

El Señor nos muestra que estos cuatro tipos de terrenos nos muestran también, cuatro actitudes mentales en el hombre.

No estamos hablando de tipos de personas, sino de actitudes que presentamos nosotros de una a otra, a veces sin darnos cuenta.

Hay ocasiones en los que hemos estado abiertos a lo que el Señor nos quiere decir. A veces estamos cerrados.

Así que, ¿Cómo puedo escuchar que Dios me habla?

I. Debo cultivar tener mi mente abierta para Dios.
Debo querer escuchar a Dios, estar anhelante y receptivo. Debo estar listo y con la disponibilidad a escuchar a Dios.

¿Has escuchado la voz de Dios? Muchos de ustedes me dirán que no saben si en algún momento Dios les ha hablado.

No me refiero a una voz audible (no necesariamente); me refiero a una impresión que está en tu mente y corazón donde tú sabes porque sabes que es dios quien te está hablando.

Esto es posible, porque quizá tú nunca has estado disponible a escuchar la voz de Dios, nunca has abierto esa posibilidad en tu vida.
• Puede ser que tú no sepas que Dios quiere hablarte a ti.
• Tú has pensado que Dios no tiene que decirte algo y quizá no lo crees en tu corazón.
• Cuando tienes una mente cerrada, obviamente, Dios no te va a decir nada.
Este es el primer tipo de terreno.

Lucas 8:5 NVI
(5) "Un sembrador salió a sembrar. Al esparcir la semilla, una parte cayó junto al camino; fue pisoteada, y los pájaros se la comieron.

Lucas 8:12 NVI
(12) Los que están junto al camino son los que oyen, pero luego viene el diablo y les quita la palabra del corazón, no sea que crean y se salven.

En cualquier campo que se siembre, va a haber una vereda o espacio por donde tiene que caminar el campesino. Este camino tiene dos características:

• Las veredas son duras y difíciles por el constante tránsito de las personas. La tierra se compacta y no es fértil como el resto del terreno. Es tierra dura.
• La otra característica es que es una vereda estrecha.

¿Conoces a alguien así?
Son gente de mente cerrada, piensan en forma estrecha las cosas, su corazón está duro. Nunca se abren a la posibilidad de que Dios les hable. Jesús dice que el campesino avienta la semilla; pero esta no penetra porque la tierra está compactada y dura. No puede echar raíz, no puede brotar en su caso, y las aves vienen y se la comen. Nunca dan una oportunidad.

Esto ha sido verdad para nosotros muchas veces.

Dios quiere hablarnos; pero no tiene chance porque nuestras mentes están cerradas, nuestros corazones están duros, no hay disponibilidad para escuchar y estamos decididos a hacer cualquier cosa; pero no a escuchar a Dios. Ya decidimos hacer lo que nos venga en oportunidad.

¿Qué causa que nosotros tengamos la mente cerrada?
1. El Orgullo
Cuando pienso que no necesito a Dios. Yo no necesito escuchar de Dios. Yo puedo hacer este negocio por mí mismo. No necesito de Dios. Yo sé cómo manejar esto, no necesito de Dios. Puedo pasar esta prueba sin tener que orar.

Cada vez que no oramos con respecto a nuestras decisiones estamos diciendo, básicamente, “No necesito de Dios en esto, puedo manejarlo por mí mismo.” Esto es orgullo.

Cuando estoy lleno de orgullo, cierro mi mente a Dios y Él no puede venir y decirme algo porque yo ya tengo una decisión. Así que no oro.

2. Temor
Muchas veces tenemos miedo de lo que Dios pueda decirnos.
• ¿Qué pasaría si yo oro, abro mi mente a Dios y Dios me dice que yo haga algo y yo no quiero hacerlo?
• Tal vez Él me diga algo muy difícil.
• Pudiera decirme que hiciera algo que no es popular.
• Puede decirme que yo haga algo y yo pienso que no puedo hacer eso o, de plano, no quiero hacerlo.

Así que, yo puedo tener miedo de que Dios me hable y también tener miedo de hacerme un fanático religioso.

Nadie quiere ser un loco ¿verdad?

Muchas veces tenemos miedo de perder nuestra libertad. Tenemos miedo de perdernos la diversión. Tenemos miedo de ya no disfrutar la vida.

Así que le decimos a Dios. No, Dios, gracias. Terminamos cerrando nuestra mente.

3. Amargura
Cuando hemos sido heridos y nos acordamos de esos pensamientos que traen a la mente las heridas que nos han sido provocadas, terminamos por cerrar nuestra mente a Dios.

Empezamos por decir cosas como:
• ¿Por qué permites estas cosas Señor?
• ¿Por qué me pasa esto a mí?
• Si tú eres un Dios lleno de misericordia y amor ¿Por qué permites que opase esto?

Te hieres y empiezas a actuar en consecuencia. Tienes dolor en tu vida. Esto no es el cielo, es la tierra. Dios nos ha dado la libertad de tomar decisiones y la gente toma decisiones equivocadas provocando como resultado que la gente sufra.

Nada de lo que sucede en este mundo es voluntad de Dios porque él nos ha dado la libertad de escoger. Así que la gente se hiere. Vas a ser herido en la vida.

Lo cierto es que como resuelvas tus heridas determinará si tú vas a ser una mejor persona o una persona amargada.

Una vida amargada es una vida desperdiciada.

Cuando nos amargamos y nos agarramos de nuestras heridas, tenemos como resultado que nuestra mente se cierra.

La gente que ha sido herida profundamente pasa por un tiempo muy difícil para abrir su mente y su corazón al Señor. Entre más heridos hayan sido, más se detienen a que Dios toque sus vidas.

Algunos de ustedes han sido muy heridos en el pasado.

Algunos de ustedes han sido heridos por otras personas y por otros que declaran ser cristianos también.

Si has sido herido, déjame decirte algunas cosas:
• Siento mucho que te hayan lastimado. Lo digo con todo corazón. A Dios le duele también. Él ha llorado contigo. El entiende el dolor por el que has pasado. Dios no ha prometido que estamos exentos del dolor. Siento tu dolor. A Dios le duele tus heridas.
• Quiero decirte que cuando estés en dolor y hayas sido herido, no huyas de Dios. Corre hacia Dios. Él es el único que puede ayudarte. Es el único que puede consolarte. Es el único que puede cuidarte. Es el punico que hace la diferencia en tu vida. Es el único que puede traer sanidad a tus emociones y a tu cuerpo y a tu pasado.

Nadie puede hacer eso.
No cierres tu mente y no cierres tu corazón.

La tragedia de esto es la esterilidad. Nadie puede crecer así. No se puede dar fruto.

Santiago 1:21 NVI
(21) Por esto, despójense de toda inmundicia y de la maldad que tanto abunda, para que puedan recibir con humildad la palabra sembrada en ustedes, la cual tiene poder para salvarles la vida.

Deja que Dios te ame, baja tus defensas y abre tu mente a Dios.
El primer paso para escuchar a Dios es cultivar una mente abierta para el Señor.

II. Debo asignar un tiempo para escuchar.
Debo crear el tiempo para escucharle. Debo dejar un tiempo enmi día para esuchar a Dios.

Preparamos tiempo para todo, para ir al banco, a pagar los servicios, para ir al dentista, para hacer la tarea, para todo apartamos un tiempo.

¿Dejas un tiempo para Dios? Tal vez sólo le dejamos las sobras de nuestro tiempo para el Señor. El problema es que tenemos muchas cosas que hacer y no le dedicamos tiempo a Dios. Hay quienes me han pedido que les de clases de discipulado y veo que unos de sus problemas es el tiempo. No hay tiempo para Dios. La gente siempre anda a las prisas. Estamos corriendo todo el tiempo y siempre hay muchas cosas que hacer.

Siempre andamos a prisa. Eso no es algo nuevo.

La verdad es que ante este mundo tan apresurado nuestro Dios sólo tiene nuestras sobras de tiempo.

Queremos que Dios nos hable. Pero le decimos: si Dios, háblame, nada más que apúrate porque tengo prisa para ir al trabajo. Te doy un minuto Dios. Ok, Dios, háblame; pero hazlo ahora mismo.

Como resultado no escuchamos lo que Dios quiere decirnos.

Luke 8:6 NVI
(6) Otra parte cayó sobre las piedras y, cuando brotó, las plantas se secaron por falta de humedad.

Luke 8:13 NVI
(13) Los que están sobre las piedras son los que reciben la palabra con alegría cuando la oyen, pero no tienen raíz. Éstos creen por algún tiempo, pero se apartan cuando llega la prueba.

Así como el camino de vereda representa la mente cerrada, la tierra empedrada reprsenta a una mente superficial.

Cuando Jesús está hablando de las piedras, Él no está hablando de la parte donde hay rocas. Se refiere a una parte donde parece que hay tierra en lo superficial; pero a unos 15 centímetros hay un tipo de roca. Es decir, las plantas no pueden crecer más allá de esos 15 centímetros. Cuando viene el momento difícil del otoño, las plantas se calientan o se secan (se marchitan). Las plantas se mueren porque sus raíces están muy superficiales, no pueden desarrollar raíces muy fuertes y por eso se mueren las palntas.

Esto representa el tipo de personas que escuchan a Dios; pero lo hacen de forma superficial. En un principio llegan a emocionarse por el cambio que Dios está generando en sus vidas y cuando las presiones de los problemas vienen ellos se secan y se reitran.

Nosotros hacemos eso.

Escuchamos a Dios y nos emocionamos acerca de ello; pero todo es a nivel superficial, reaccionamos más movidos por las emociones y por los impulsos. Sin embargo, no damos el tiempo para que esa Palabra se siembre en nuestros corazones y en nuestra mente.

Muchas veces la gente dice: ¡Qué bárbaro, la Palabra que dio usted hoy estuvo muy fuerte! Ha habido gente que me dice, ¡realmente Dios me tocó a través de lo que usted predicó! Pero pasado un tiempo no se percibe cambio alguno en la vida de las personas. Siguen viviendo igual.

Son gente que se emociona con los mensajes o con el predicador; pero o hacen nada por ello en su vida. El resultado son cambio sólo superficiales. No hay raíces. Cuando viene el calor se acaban.

¿Por qué no cambiamos?

Los expertos dicen que nosotros tenemos la tendencia a olvidar hasta el 95% de lo que escuchamos durante las siguientes 72 horas.

Yo creo que es lo que más deprime a los pastores.

Se dedica mucho tiempo en la preparación de los mensajes. Pero los olvidamos. Lo que vimos el miércoles, el domingo ya se nos olvidó.

Para ser honestos a mi también se me olvida lo que predico semana a semana. La idea de escribir estos bosquejos es para tratar de que se nos quede más tiempo y podamos revisar el mensaje y examinar cómo podemos implantarlo en nuestra vida durante la semana. Pero si lo olvidas, no puedes trabajar con ello.

¿Es posible que la gente venga a la Iglesia domingo tras domingo y no cambie? Porque lo que entra por un oído le sale por el otro.

Luke 8:13 NVI
(13) Los que están sobre las piedras son los que reciben la palabra con alegría cuando la oyen, pero no tienen raíz. Éstos creen por algún tiempo, pero se apartan cuando llega la prueba.

En otras palabras, ellos no retienen la Palabra. Son gente que puede ser conmovida; pero no cambia. Yo te invito que cuando vengas escribas lo que oyes para luego revisarlo.

Quizá haya aquí quien diga que ya tiene varios años de cristiano. Digamos 10 años. Pero eso sólo significa que llevas 10 años asistiendo; pero no 10 años de cambios en tu vida. Quizá sólo tienes 10 años repitiendo la misma experiencia. Necesitas reaprender porque no has sido capaz de retener la Palabra en tu vida.

Se requiere de más que emoción... Se requiere compromiso. Se requiere compromiso para decir, “Voy a sentarme y voy a revisar lo que me han enseñado”.

¡Por qué Dios me debería enseñar nuevas cosas si no pongo en práctica las que ya me ha enseñado la semana pasada? ¿O ayer? ¿O anoche?

Debemos buscar tiempo para escuchar. Di, Dios, voy adedicar 15 minutos ( o 20 o más) todos los días.

Cada día debes agarrarte de Dios y di:
• ¿Qué es lo que sigue Dios?
• ¿Cuál es el siguiente paso en mi carrera?
• ¿Qué es lo que sigue en mis relaciones?
• ¿Qué sigue enmi familia?

Dios no puede hablarte a menos que te detengas, a menos que hagas un alto.

Cultiva tener tu mente abierta para Dios y dispón de un tiempo para escucharle.

III. Tienes que eliminar las distracciones.
Muchas veces no podemos escuchar a Dios porque hay muchas cosas en las que estamos inmersos con otros pensamientos. Nuestra mente está llena de preocupaciones en nuestra vida diaria. Preocupaciones, planes, metas, ambiciones, y todo tipo de cosas.

Cuando nuestra mente está llena de cosas siempre pensando; pero no dándole a Dios la oportunidad de hablarnos en silencio, Él no podrá hacerlo.

Es como cuando marcas a una línea telefónica y sólo te aparece una grabación que te dice “Línea ocupada”.

Muchas veces Dios quiere hablarte y lo que se encuentra es que la “Línea está ocupada”.

Luke 8:7 NVI
(7) Otra parte cayó entre espinos que, al crecer junto con la semilla, la ahogaron.

Luke 8:14 NVI
(14) La parte que cayó entre espinos son los que oyen, pero, con el correr del tiempo, los ahogan las preocupaciones, las riquezas y los placeres de esta vida, y no maduran.

El terreno con espinas representa una mente preocupada.

Nos distraemos. La semilla germina y crece; pero choca con las espinas antes de dar fruto.

No confundir actividad con productividad.

Hay quienes siempre se están moviendo; pero sólo van girando en círculos. No hay enfoque en sus vidas. Hay quienes no han descubierto el por qué Dios los ha puesto aquí. Porque no han hablado con Él y no han dejado que Dios les hable. Tendrás que eliminar las distracciones.

Jesús dice que estas distracciones son un tipo de hierba. Nos da tres ejemplos:
• Primero, las preocupaciones pueden distraerte d escuchar a Dios, cuando Él está hablando.
No puedes orar y preocuparte al mismo tiempo. Las preocupaciones son las presiones y problemas de la vida diaria.
La palabra griega para preocupación significa ser empujado en diferentes direcciones. El que se distrae.
Cuando estás preocupado no puedes escuchar a Dios porque estás distraído y preocupado por las distintas cosas que ocurren en tu vida.

• Riquezas pueden ser una hierba (maleza) en tu vida.
Podemos estar tan ocupados generando dinero que no tenemos tiempo para Dios. Nos ocupamos viviendo; pero realmente no estamos viviendo. No disfrutamos la vida.

En todo esto te olvidas de Dios. Diso sólo se queda conlas sobras de tu tiempo. Por querer hacer dinero te puedes olvidar de Dios.

• Otro estorbo para tu vida (hierba) pueden ser los placeres.
No hay nada malo en disfrutar. Dios nos ha dado la capacidad de tener placer. Yo pienso que Dios se divierte mucho. El hace que la gente se pueda divertir. Dios te ha dado los sentidos y las habilidades y la capacidad de sentir para qdisfrutar la vida.

Dios quiere que disfrutes tu vida. Pero puede ser que tú estés tan ocupado tratando de disfrutar la vida y esto llegue a ser la parte número uno de tu vida, al grado de que hagas a un lado a Dios en tu vida.

Un hombre puso un anuncio en Internet diciendo que estaba dispuesto a intercambiar uno de sus riñones a cambio de un boleto para la serie mundial de béisbol.

Hay distintos tipos de hierbas que crecen en la tierra. Puedes hacer tu propia lista de cosas que tienden a hacer que te olvides de Dios. Puede ser una rlación con alguien, o alguna responsabilidad que hayas tomado.

Una hierba, es cualquier cosa que te distrae de pasar tu tiempo con Dios. Aquello que te impide sentarte y decir: Dios ¿quieres decirme algo?

Cuando a un terreno sembrado le crece la hierba se debe deshierbar. Si no se deshierba, esa hierba será señal de negligencia. Cuando soy negligente a pasar tiempo con Dios, esas hierbas empiezan a crecer en mi vida y entramos en un choque con las cosas espirituales en nuestra vida.

Se pierde la paz y el gozo, el sentido dela tranquilidad...

IV. Debo cooperar con lo que Dios dice
Dios habla ala gente cuando ellos deciden avanzar y hacer lo que Dios les diga y cuando Él se los diga.

Muchos de nosotros queremos que Dios nos hable y luego decidiremos si lo hacemos o no.

Dios no juega ese juego.

Dios le habla ala gente que va a hacer lo que Él le diga lo que debe hacer y cuando Él se lo diga.

Si quieres hablarle a Dios. Tendrás que decirle. “Ok, Señor, voy a hacer lo que tú quieras, lo entienda yo o no, tenga sentido o no, como tú quieras que yo lo haga o no, porque sé que eso es lo correcto, además porque sé que tú sabes que es lo que realmente me puede hacer más feliz que yo mismo.

Es un asunto de confianza.

El cuarto tipo de terreno representa un corazón dispuesto. Dispuesto a hacer lo que Dios le diga que debe hacer, antes de que Él lo diga.

Luke 8:15 NVI
(15) Pero la parte que cayó en buen terreno son los que oyen la palabra con corazón noble y bueno, y la retienen; y como perseveran, producen una buena cosecha.

No sólo oyen la Palabra; también la retienen. Son gente que escribe la Palabra, la escuchan y la meditan. El resultado es una vida productiva.

¿Cuál sería la contabilidad de tu vida? ¿Es una vida productiva, plena y satisfecha?

Santiago 1:22 NVI
(22) No se contenten sólo con escuchar la palabra, pues así se engañan ustedes mismos. Llévenla a la práctica.

Haz lo que Dios dice.

No basta con ir a una Iglesia, hay que practicar la Palabra. Muchos piensan que el asunto es ir a la Iglesia. Si y es mucho más que eso.

Te pregunto: ¿Qué tipo de terreno eres tú? ¿Cuál es tu actitud mental?
• ¿Qué tal si pusiéramos una cámara en tu cerebro y viéramos lo que pasa en él?

Algunos quizá están estériles.
Otros tendrán una pantalla en negro.
¿Qué tipo de mapa espiritual aparecería en nuestra vida?
• ¿Tienes una mente cerrada?
• ¿Tu mente se queda con pensamientos superficiales y te emocionas con respecto a servir a Dios; pero luego te olvidas de eso?
• ¿Tu mente se distrae porque quiere hacer lo correcto pero estás tan ocupado que no puedes hacer nada?
• ¿Tienes una mente dispuesta? ¿estás dispuesto?

¿Qué harás como resultado de este mensaje?
La Biblia dice que seamos hacedores y no tan solo oidores.
El desafío es muy simple.

¡Haz algo! Establece tiempo para Dios.
ORAR.

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Somos Amistad Cristiana Cuautitl�n, ahora en un sal�n y con nuevos amigos integr�ndose. Posted by Picasa